Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Reyes 2, 18-25

18 Se volvieron donde él, que se había quedado en Jericó, y les dijo:

«¿No os dije que no fuerais?».

19 Los hombres de la ciudad dijeron a Eliseo: «El emplazamiento de
la ciudad es bueno, como mi señor puede ver, pero las aguas son malas y la
tierra es estéril.»

20 El dijo: «Traedme una olla nueva y poned sal en ella.» Y se la
trajeron.

21 Fue al manantial de las aguas, arrojó en él la sal y dijo: «Así dice
Yahveh: Yo he saneado estas aguas; ya no habrá en ellas muerte ni
esterilidad.»

22 Y las aguas quedaron saneadas hasta el día de hoy, según la palabra
que dijo Eliseo.

23 De allí subió a Betel. Iba subiendo por el camino, cuando unos
niños pequeños salieron de la ciudad y se burlaban de él diciendo: «¡Sube,
calvo; sube, calvo!»

24 El se volvió, los vio y los maldijo en nombre de Yahveh. Salieron
dos osos del bosque y destrozaron a 42 de ellos.

25 De allí se fue al monte Carmelo, de donde se volvió a Samaría.